Diario final

MARTES

…Aquí estoy.

Casi no estoy. Un cristal, humo, niebla mi figura.

Lábil mi fuerza, nuestra fuerza, nuestra vida.

Tú, acero, roca, mirada sin iris ni pupila. Inalcanzable.

No tengo maleta, no necesito equipaje. Ni siquiera mi cuerpo

me quiero llevar, ni el aire, ni el peso de los días.

Contemplar como reptan por mis piernas las arrugas,

las cenizas de los años, los placeres caducados. Hirientes.

Hasta cuando cargaré conmigo.

Otro día.

MIERCOLES

Aún estoy.

Permanezco, pero poco; cada día menos.

La saliva no trae nuevos sabores. Mis ojos reniegan de la mirada

y se retiran al frio.

Hacia el hangar donde descarrilan trenes repletos de planes,

donde se confunden ambrosías y hojarascas,

espinas e incisión,

lágrimas y agua.

Saber que todo fue inútil desde el principio.

Comerte tus esperanzas y volver a casa, fría y vacía.

Han nacido silencios sin haberlos sembrado. Aparecen fantasmas

que todavía no han muerto.

No, yo ya no quiero ser carne, no quiero dar otro paso,

no quiero que esto continue, con hastío, hasta el abismo.

Solo pido un poco de fuerza para llamarla y que venga,

Que todo se acabe.

Llamarla.

JUEVES

Y después.

Se borrará mi estela. Todo el calor será baldío.

Las ventanas seguirán mirando al exterior,

buscándome entre la gente con sus cuadrados ojos.

Me llamará el olvido y todo, todo, será desvelado.

La quietud.

La calma de la roca después de su caída.

El sosiego final que completa el llanto.

El silencio del cosmos profundo quiero.

Deseando mi boleto. Vendrá, si la llamo,

vendrá con un ramo de flores negras sin pétalos.

VIERNES

(silencio)

2 Respuestas a “Diario final

  1. Muy bueno. Rosa y yo coincidimos en que nos gusta más que el ganador.

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