No, ya no queda nada. Creí que el correlato del tiempo, de la historia, era cuando menos un poso, algo asíble. Ni siquiera valioso o bello, o al menos recordable. Perded toda esperanza. Poco a poco se irán desdibujando, primero las cosas, luego los hechos. Paulatinamente dejarás de reconocerte en el espejo. Extrañarás tu casa, tu mundo. Los hijos se convertirán en gente corriente, en desconocidos. El amor, la alegria buscaran refugio en algún lugar perdido de tu cabeza, serán imaginaciones que tú crees que realmente sucedieron.
Un día te encuentras viviendo el mundo de otros. Un mundo que no te pertenece, que no te conoce, y lo peor: que le molestas. Tu estructura mental, tu lógica, se ha convertido en un artificio propio para seguir respirando, igual que hacen los locos.
Entonces que te queda? Solo el miedo, la desesperación y el olvido. Atravesar la puerta del almacén de la historia, donde han ido descarrilando todos los trenes. Buscar una manta y echarse a dormir para que nadie note que estas llorando.
Soren